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viernes, 1 de julio de 2011

Fiestas, despedidas y más fiestas.

Aquí estoy otra vez, esta vez para contar un poquillo como me han ido estas dos semanas en las que no he dado señales de vida. Os dejé en el temido período de exámenes, por llamarlo de una manera, período el cual fue bastante bien ya que a pesar de la mierda que hice en el examen de holandés, se aprobó, y con nota. Para despedir esa semana, pues ¿qué más podíamos hacer? Salir de fiesta para celebrarlo. Ese mismo jueves fue la última fiesta de Stefan, un canadiense que se ha ganado el cariño de todos los integrantes Erasmus, así que nos corrimos una buena juerga en su honor, pero sin descuidar que al día siguiente también teníamos otra fiesta importante, la Boat Gala.

Fue, en mi opinión, una de las mejores fiestas del Erasmus. Empezamos a beber en Honigkamp a eso de las 5:30 o 6 más o menos ya que para las 7:30 teníamos que salir rumbo al barco. La fiesta consistía en un barco en el que se podían echar timbas de póker, beber mojitos y caipirinhas y pasar un buen rato con toda la gente que se había juntado por allí, que era mucha. A la media hora de entrar, el barco salió rumbo a Nijmegen (creo) para luego volver al mismo sitio en donde había salido. Posteriormente, nos trasladamos un buen número de personas a The Cavern para seguir la fiesta, los que todavía estábamos vivos. En definitiva, una gran tarde-noche, en la que todo no pudo ser perfecto, ya que Daniela, una mexicana, se cayó en la bici y se rompió el tobillo (aunque ya hablaremos más tarde de caídas en bici).

También hay que decir que irremediablemente y desgraciadamente, el Erasmus se acerca a su fin. Y si eso no fuera del todo una putada, hay otra parte aún peor, que son las despedidas. Ya nos ha dejado gente importante de este Erasmus como Stefan (canadiense), Antti (finlandés), James (otro canadiense), Daniela (mexicana), etcétera. Y en esas transcurrió la siguiente semana, entre despedidas, lágrimas (por qué no reconocerlo) y tiempo de decir Hasta otra!. Fue una semana, que además de ser deprimente por esa razón, lo fue más ya que el tiempo no acompañó en absoluto, entonces no había gran cosa para hacer. Ese fin de semana, debido a que Honigkamp poco a poco se va vaciando, decidimos acudir a casa del ya conocido Martijn a comenzar la fiesta. Y allí acudimos tanto jueves como sábado para empezar la fiesta acompañados de más gente de la que hay en la residencia. Luego llegó el domingo.... Uno de los días más tristes de mi Erasmus sin lugar a dudas ya que Hanna se marchó rumbo a Alemania y nos dejó en Arnhem con los pañuelos en la mano. (Mi intención es hablaros de todas las personas importantes del Erasmus en otra entrada más adelante)

La semana siguiente transcurrió con la misma tónica de la semana anterior, esta vez con las despedidas de Alex  y Aldo. La única cosa buena que tiene eso es que no necesitas ninguna excusa para montar una bien gorda, ya que al haber casi todos los días la última noche de gente, pues siempre hay buenas excusas para juntarse bastante gente y pasar un buen rato.



En definitiva, como podéis ver no están siendo las semanas más felices del Erasmus, obviamente. Ahora me queda una semana (ya menos) en la que habrá que aprovechar al máximo. Esta semana la verdad es que no me puedo quejar en absoulto, ya que el lunes fuimos al lago a pasar el día y el miércoles fuimos al zoo de Arnhem(uno de los más grandes de Europa y había que hacer una visitilla). Por lo demás ayer celebramos como Dios manda el último jueves en Arnhem (día de farra por excelencia) en el que empezamos a beber y jugar a Beer-Pong a eso de las 6 acompañados siempre de nuestro compañero el Jaggerbomb. Aunque todo no pudo ser bueno y en la vuelta a casa en bici (ya se me había olvidado totalmente como eran las vueltas de farra en bici) de repente se me cruzó inesperadamente la acera en mi camino y sufrí una caída que ni las de Prudencio Indurain allá por los años 90. El resultado de eso fue: dos puntos en la ceja, al más puro estilo Gaizka Garitano, después de estar más de 3 horas intentando llegar al Hospital de Arnhem. Desde aquí agradecer otra vez a Pau y al Captain Yarza su compañía en esos momentos.



Nada más por el momento. Espero hacer una última entrada de este blog antes de partir hacia casa otra vez, si no, la siguiente ya será para contar si es cierto que hay vida más allá del Erasmus o no.

SEE YOU SOON!!!

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